domingo, 20 de mayo de 2012

River plate: No te duermas.


  Rosario Central, Boca Unidos, Patronato, Almirante Brown, solo cuatro fechas, solo unas semanas y River finaliza una temporada que no necesariamente tiene que quedar en el olvido de todos los hinchas de la Banda, sino que debe ser recordada para que los socios, los hinchas del Club Social más importante de Argentina no permitan que se vuelva a perjudicar a River con un manejo dirigencial insolvente.

  
  Todos los hinchas recuerdan aquel 26 de Junio del año 2011, quienes asistieron, quienes lo observaron por la Televisión, lo oyeron por la Radio o esos hinchas dispersos por el planeta entero que lo siguieron por Internet, sin dudas un día gris para los corazones enamorados de la "Banda roja que nos cruza el alma". Aquella tarde, aquellos días, los meses que pasaron, y una temporada que, casi, toca su fin. Han pasado exactamente 329 noches, 34 fechas, desde que se comenzó a demostrar lo gigantesco del sentimiento por una pasión que hasta ahora tiene un límite infinito. Los hinchas han llenado cada uno de los estadios donde se ha presentado "El Millo", y no hablo ni del Millo en referencia al  "Chori" "Cavegol" " Treze" "Ciri" "El Charrua Diaz", etc. Sino que me refiero a esos, dentro de 5 días, 111 años de historia, esa camiseta, ese escudo, esos colores, o van a seguir mintiendo con eso que "la camiseta de River ya no pesa", me van a tener que disculpar pero se ha demostrado que la camiseta pesa en cada provincia de Argentina, en cada lugar donde miles de almas se despertaron por amor al Club social más influyente en la historia deportiva del País.
Entonces señores no podemos insultar o criticar a quienes hoy enfrentan la etapa más dura de nuestra reciente historia, tal vez no podamos encontrar un culpable pero está claro que no son los jugadores que hoy visten la camiseta "Rojiblanca". Parece que la mayoría no acepta el momento que vive nuestro amado Club y solo reclaman triunfos y gloria lo que me parece bien porque somos "El más grande lejos" aunque deben creer en que River será en unos años lo que nunca debió dejar de ser tal como dice nuestro himno:

viernes, 18 de mayo de 2012

River Plate: cuando el corazón no pierde la categoría


River Plate es de esos equipos cuyos apelativos van contra la realidad. 'Millonarios', les dicen. Pero están en segunda división, aguantan burlas semanales de Boca Juniors, miran la Libertadores de lejos hace años, y sus propios ídolos no acuden a su auxilio. Pero ese es River, el equipo que jugó bonito, acumuló historias e historias de campeonatos, y exportó jugadores a grandes clubes europeos. El equipo que ha revolucionado el Nacional B de Argentina.



River es más que afiches burlándose porque perdió con Boca Unidos, Atlanta o Gimnasia de Jujuy. El equipo que hoy dirige Matías Almeyda se fue a segunda por el pésimo manejo dirigencial de un tal Aguilar, y complementado por otro llamado Pasarella. Pero ni siquiera esos dos personajes pudieron manchar sus 33 campeonatos argentinos y la banda que ostenta en el pecho. River no pudo con Belgrano en una dramática promoción (2-0 y 1-1) y entristeció a medio país 'gaucho'.
Ese mismo equipo que supo levantar la Copa Libertadores en 1996 y, un año después, logró el tricampeonato en Argentina de la mano de Salas, Francescoli y Gallardo. ¿Quién podría pensar que tras exportar jugadores como Saviola, Aimar, Demichelis, Gallardo y ganar seis títulos más después de 1999, su rendimiento empezaría a caer tanto que en 2011 se enfrentó cara a cara con el descenso?
Pero, increíblemente, cuando descendió River se cobijó en sus hinchas. Los que llenan estadios, compran camisetas, caminan kilómetros para llenar todo estadio donde el 'millo' se presenta. Además, River Plate tuvo el auxilio de quienes jugaron en el club: Fernando Cavenaghi, Leonardo Ponzio y el 'Chori' Domínguez, dijeron presente y demostraron que pueden tener el valor que Hernán Crespo, el mismo Saviola y D´Alessandro, que ni asomaron para volver y dar una mano.

Además, el club genera tanta pasión en sus hinchas, que uno de ellos, campeón mundial, ganador de Eurocopa, títulos en Francia e Italia, se puso la camiseta y da todo por River.Es verdaderamente un lujo ver jugar a David Trezeguet. Observar sus definiciones exquisitas, su tranquilidad pese a la presión, y su simpleza para declarar y hasta firmar autógrafos. En la banca, en tanto, la responsabilidad de dirección la tiene Matías Almeyda, un exjugador que ganó la Libertadores en el 96, brilló en la Lazio de Italia y se retiró tempranamente del fútbol.
Este es el River de ahora, que genera angustia en segunda, que llena estadios, que no choca con Boca Juniors, sino con Boca Unidos; y que fecha a fecha aguanta desde la presión por ascender, hasta las burlas de afiches que no entienden al hincha 'millonario'.Ese hincha cuyo corazón no perdió la categoría.
                                                                                                                    


jueves, 17 de mayo de 2012


 El equipo de Almeyda venció por 2-0 a San Lorenzo en Salta y ratificó el buen presente de su equipo alternativo en la Copa Argentina. Se metió en semifinales tras ganar cuatro partidos en los que convirtió siete goles y apenas recibió uno. Ahora, a cruzarse con Racing.
Nada mejor para este River atestado de presiones que haber cerrado la semana con estas dos victorias por el norte argentino. La primera, en Tucumán, le permitió recuperar el liderazgo de la B Nacional a solo cinco fechas de la finalización del torneo; y la segunda, en Salta, afianzar el buen presente del plantel a través de una nueva clasificación en la Copa Argentina.
Anoche, en el Padre Martearena, este River alternativo repleto de juveniles surgidos del club se impuso ante San Lorenzo sin lucir, pero con autoridad. En el primer tiempo del encuentro tuvo más control que definición y apenas logró inquietar a Champagne. Pero en el complemento, ya sin el Chori Domínguez en la cancha, arrancó demoliendo a la defensa rival.
Un desborde del debutante Diego Martínez derivó en una pelota boyando en el centro del área y el Keko Villalva, el gran mimado por el público salteño, se encargó de poner en ventaja a La Banda. Una ventaja que solo sufrió una amenaza: promediando el segundo tiempo, Chichizola tapó un mano a mano clave. Quizá la jugada más peligrosa que generó San Lorenzo en toda la noche.
Aunque poco después, llegó un pelotazo frontal por parte de González Pirez, la asistencia fenomenal del pibe Luis Vila, otro debutante millonario, y el remate a pura bronca de Rogelio Funes Mori para sellar la victoria y asegurar la clasificación a la semifinal de la Copa. Pero además, para capitalizar un triunfo que fortalece en lo anímico y alimenta el buen presente del plantel millonario en la recta final de la temporada más dolorosa en la historia de River.