jueves, 17 de mayo de 2012


 El equipo de Almeyda venció por 2-0 a San Lorenzo en Salta y ratificó el buen presente de su equipo alternativo en la Copa Argentina. Se metió en semifinales tras ganar cuatro partidos en los que convirtió siete goles y apenas recibió uno. Ahora, a cruzarse con Racing.
Nada mejor para este River atestado de presiones que haber cerrado la semana con estas dos victorias por el norte argentino. La primera, en Tucumán, le permitió recuperar el liderazgo de la B Nacional a solo cinco fechas de la finalización del torneo; y la segunda, en Salta, afianzar el buen presente del plantel a través de una nueva clasificación en la Copa Argentina.
Anoche, en el Padre Martearena, este River alternativo repleto de juveniles surgidos del club se impuso ante San Lorenzo sin lucir, pero con autoridad. En el primer tiempo del encuentro tuvo más control que definición y apenas logró inquietar a Champagne. Pero en el complemento, ya sin el Chori Domínguez en la cancha, arrancó demoliendo a la defensa rival.
Un desborde del debutante Diego Martínez derivó en una pelota boyando en el centro del área y el Keko Villalva, el gran mimado por el público salteño, se encargó de poner en ventaja a La Banda. Una ventaja que solo sufrió una amenaza: promediando el segundo tiempo, Chichizola tapó un mano a mano clave. Quizá la jugada más peligrosa que generó San Lorenzo en toda la noche.
Aunque poco después, llegó un pelotazo frontal por parte de González Pirez, la asistencia fenomenal del pibe Luis Vila, otro debutante millonario, y el remate a pura bronca de Rogelio Funes Mori para sellar la victoria y asegurar la clasificación a la semifinal de la Copa. Pero además, para capitalizar un triunfo que fortalece en lo anímico y alimenta el buen presente del plantel millonario en la recta final de la temporada más dolorosa en la historia de River.